Muchas veces, las empresas pueden llegar a preguntarse si un evento es realmente importante y si aporta resultados positivos a la compañía. Es un gasto extra que debe realizarse pero, ¿realmente lo tenemos que ver cómo un gasto? ¿No sería mejor analizarlo como un método de inversión empresarial para lograr un fin y unos objetivos?
Un evento no es tan solo una fiesta que la empresa organiza por que sí.
Este tipo de celebridades normalmente son acciones dirigidas a un público concreto: puede ser un público interno (trabajadores, proveedores, etc.) o externo (clientes, sociedad, etc.).
Un evento corporativo es, sin lugar a dudas, una acción estratégica que conviene ser analizada como otra más de la empresa ya que su puesta en escena dependerá en parte de la imagen que queramos transmitir.
Cuando el evento va dirigido a sus empleados
Un evento es un buen momento para crear o fortalecer los lazos interpersonales entre los empleados de la compañía.
Todas las posibles dudas, información acerca del funcionamiento o perspectivas de futuro de la empresa se pueden solucionar en una celebración de este tipo, consiguiendo así, que sus empleados:
- Se sientan copartícipes de la empresa.
- Se sientan respaldados y escuchados.
- Vean que su opinión y valoración también es importante para el funcionamiento de la compañía.
En un evento exitoso los niveles de energía de la empresa se refuerzan y los asistentes se presentan relajados y contentos. ¿Qué efecto generaremos?
- Mejorar la autoestima de los equipos de trabajo, creando así un sentimiento de pertenencia a la empresa e involucrándose cada vez más en la consecución de metas
- Motivar a los empleados de la compañía
- Mejorar la convivencia laboral entre los trabajadores
- Un Boca – Oreja positivo pues si nuestro público interno sale contento, transmitirá sus impresiones entre sus amigos y conocidos, generando así una buena imagen e identidad corporativa.
Cuando el evento va dirigido a sus clientes o público objetivo
Un evento es una oportunidad para que la empresa se muestre de una forma directa con sus clientes.
Es un buen momento para que los clientes hagan preguntas y se produzca un feedback sobre los posibles problemas o dudas que se tengan. En estos eventos se comunica también los deseos, expectativas, preocupaciones y retos, dándole un sentido más auténtico a la corporación y entendiendo mejor las necesidades de su público.
Un evento bien organizado es un arma de marketing en sí mismo que, además de todos los beneficios que ya hemos comentado, puede conseguir promocionar nuestra empresa.
Con estos eventos, también se tiene la oportunidad de mostrar el lado más social y responsable, y con ello la imagen pública que se quiera transmitir a los medios de comunicación.
Sin lugar a dudas, los eventos ayudarán a promocionar a la empresa. Son la mejor forma de dar a conocer una marca, producto o servicio.
Con todo esto, hemos podido observar que, un evento corporativo resulta muy rentable para la empresa que lo organiza ya que genera una serie de beneficios de forma intangible. Así pues, un evento corporativo eficaz conlleva una planificación, una larga preparación y un coste que merecen la pena ser asumidos.
¿Todavía tenéis dudas a la hora de si realizar o no un evento corporativo en vuestra empresa?, es algo que tendría que formar parte en la estrategia de marketing de cada organización. Podemos ver que en la actualidad están muy de moda y cada vez son más las empresas que cuentan con estas acciones en sus anuarios. Acciones que consiguen con ello diferenciarse entre sus competidores, ser originales y logran los objetivos planteados de una forma más rápida. ¡¡Así que anímense y no dejen pasar la oportunidad de hacer un evento corporativo en su empresa!!
Nota: el origen de las imágenes utilizadas en este artículo son de Profesionales ON, Disegno Capital y ProgramaPublicidad.